*** Análisis - La visita
del embajador americano Ken Salazar a Palacio Nacional
*** La DEA desde hace tiempo investiga al mandatario
mexicano y a toda su familia por sus posibles vínculos con el narcotráfico
*** Rostros que reflejaban
miedo, coraje, nerviosismo y frustración
BLAS A. BUENDÍA *
La visita del embajador americano Ken Salazar a
Palacio Nacional no fue casualidad o una visita de “amigos”; el representante
estadounidense fue de manera directa con carpetas en mano junto con altos
funcionarios de la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos
(DEA, por sus siglas en inglés), la cual dirige la señora Anne Milgram.
En dicha carpeta —que para analistas se trata de
“documentos incómodos”—, se mostraba parte de la información que la justicia
norteamericana “ya le están armando a López Obrador y toda su familia sobre sus
vínculos con la delincuencia organizada, principalmente y de manera consensuada
con el Cártel de Sinaloa”.
La reunión se registró el lunes 17 de abril del 2023,
donde estuvieron presentes el canciller Marcelo Ebrard, el jefe de prensa de la
Presidencia de México, Jesús Ramírez; así como “El Junior Andy” —hijo del
presidente López—, y el Secretario de Marina, Rafael Ojeda Durán.
El embajador Ken Salazar sin titubeos y de un trato
nada cordial, le expuso a López Obrador —en idioma español— que el Presidente
Biden no iba a permitir que el gobierno de López Obrador y sus funcionarios
siguieran entorpeciendo y obstaculizando las investigaciones que han llevado
durante varios años en contra de los carteles mexicanos, toda vez que “la
situación ya estaba cruzando la línea de lo político a lo delincuencial”.
En tanto que el presidente Andrés Manuel López Obrador
escuchaba de manera atenta y seria al embajador Salazar, también leía muy
atento la información que le habían entregado momentos antes; fueron cinco
carpetas y dos USB's que luego de echarles una hojeada, éstas se las entregaba
al “Junior Andy” quien también las recibía y paseaba su vista en el contenido
de cada “documento secreto”.
A la vez, que de igual manera, es claro que en ambas
miradas entre padre e hijo “no se veían nada bien en sus reacciones
corporales”, porque mostraban evidencias de “secretos comunes”; los semblantes
de ambos actores era más que evidente, entre el nerviosismo, coraje y
frustración de lo que estaban viendo referente a lo que traían escrito en
dichas carpetas de color azul.
Los demás funcionarios mexicanos que estaban ahí
reunidos miraban con signos de interrogación a López Obrador y al “Junior”. Era
claro que ellos mismos se preguntaban acerca de lo que había en el contenido de
dichas carpetas y de los USB's que le entregó el embajador Ken Salazar al
presidente mexicano.
El embajador Ken Salazar le dijo a López Obrador que
“el gobierno de Biden no estaba de acuerdo con lo que anteriormente se había
pactado ya en otras reuniones anteriores”.
Le dejó bien claro a López que sus cambios de
discursos, de los rompimientos de lo acordado solo aceleraría que el gobierno
de los Estados Unidos tomaría las acciones dentro de los tratados firmados, y
que toda las acciones que ya estaban en operación en diversas partes del mundo
contra el combate a la delincuencia organizada, daba como resultado que la organización
criminal de la que tanto protege López Obrador (el cártel de los chapitos), les
traería consecuencias firmes, duras y efectivas.
Lo anterior, por la evidente sospecha de protección y
complicidad por parte del gobierno obradorista, es decir, el embajador no acusó
directamente a López de proteger al cártel antes referido, pero sí le dio a
entender que sus funcionarios protegían a los cárteles, que la información que
le estaba dando en esas carpetas y USB's, “no dejaba ninguna duda de toda la investigación
que ha llevado a cabo la DEA y la Interpol en diversos países”.
Ken Salazar dejó entrever que la DEA y la INTERPOL, en
una extraordinaria labor de “alta inteligencia de investigación policiaca
internacional”, el Cártel de Sinaloa “está más que involucrado por las
declaraciones de los principales líderes que han detenido en las últimas
fechas”.
Es por ello que el gobierno de los Estados Unidos ha
llegado a la conclusión que los hijos del Chapo Guzmán (los llamados chapitos)
son los principales líderes del contrabando de las drogas traídas desde
Sudamérica, así como de las drogas sintéticas que se fabrican en México y que
son llevadas a territorio americano.
El diplomático señaló a mandos militares de la SEDENA
y de la GN (Guardia Nacional), así como policías locales que dan protección a
los carteles que simulan decomisos, son irreales y falsos.
“Toda esa información, Presidente, están en dichas
carpetas”, le acotó el embajador a López Obrador. “Tenemos audios, videos y
mucha colaboración de parte de elementos, militares, policías, autoridades y
personas civiles que nos otorgan mucha información todos los días y que
nuestros agentes (DEA, CIA, FBI, DHS y la USCIS), recopilan y procesan con
datos verídicos para armar los expedientes y poder actuar dentro de territorio
americano contra narcotraficantes locales”.
Ante lo dicho por el embajador Ken Salazar a López
Obrador, éste no acertaba qué decir; era como si Andrés Manuel ya estaba
sentado ante un jurado de Nueva York, toda vez que “era evidente que su
semblante y el color de su rostro, era más de miedo que de coraje”, porque lo
que él estaba viendo en dichas carpetas, reflejaba lo que demostraba en su
lenguaje corporal. Lo mismo era la reacción del “Junior Andy”.
El secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard
pretendió tomar la palabra, pero el embajador no sé lo permitió. Le dijo de
manera respetuosa que le dejaran continuar con el siguiente punto a tratar, por
lo que continuó con el tema de la visita del Ministro de Relaciones ruso,
Serguéi Lavrov, al Continente Americano.
Dicho ministro ya tenía en su agenda de visitas de
Estado con los presidentes de Brasil, Venezuela, Cuba y Nicaragua, por lo que
el embajador Ken Salazar fue claro y directo.
Le sentenció al presidente López: “¡No vamos a
permitir que dicho personaje, portavoz de Vladimir Putin, venga a México!” —Era
de esperarse que EU siguiera tolerando que el traspatio de su casa viviera con
un gobierno vecino con tendencias comunistas, el cual no solo a desviador su
atención en el desarrollo de la sociedad mexicana, sino su vinculación con los
barones del narcotráfico en América Latina, conforme a la directriz del
recalcitrante y antiimperialista Foro de Sao Paulo—.
Esta advertencia también se la dijo al presidente de
Colombia, Gustavo Petro, a quien se le hizo la recomendación de la misma forma,
“como se la estoy haciendo a usted señor Presidente Obrador. Si usted recibe al
ministro ruso en suelo mexicano, conllevaría a un rompimiento del acuerdo
comercial entre su país (México) y el mío (EUA), ya que “sería una enorme
ofensa”, y el Presidente Biden ya tiene sobre la mesa efectuar incrementos en
los aranceles de productos de importación y exportación entre nuestros países
sobre el 25%”, a lo que, en ese mismo instante, interrumpió Marcelo Ebrard para
confirmar que dicha visita del Ministro ruso a suelo mexicano “no se llevaría a
cabo”. Reveló que “se lo habían confirmado días atrás la embajada rusa en
México”. Ebrard aseguró que esa visita de Estado “ya estaba descartada”.
En cambio, Marcelo Ebrard le justificó al embajador
estadounidense: “Respetamos los acuerdos entre nuestros países”, a lo que el
embajador Salazar y el mismo Obrador, asintieron con la cabeza. Era claro que
el tema es importante, pero irrelevante al pasar a segundo plano por la posible
visita del Ministro ruso a México.
No obstante de ello, “las carpetas incómodas” y los
USB's entregados a López, pasaron a formar parte del mecanismo de presión por
parte del embajador estadounidense para que dicha visita del funcionario ruso,
Serguéi Lavrov, no se consumara.
En los círculos políticos de Estados Unidos y de
México, coinciden que Serguéi Lavrov solo anda husmeando en los países ya
descritos, tomando en consideración que “claramente son aliados y simpatizantes
de la dictadura al servicio de Rusia”, sobre todo que a México se le considera
un país estratagema para los oscuros intereses de Rusia.
De forma paralela, y ante el constante peligro que
viene representando el narcotráfico en el Continente Americano —como último
punto a continuar por parte del embajador Ken Salazar—, era que toda la
colaboración, coordinación y enlaces solo sería con la Secretaría de Marina, ya
que las demás dependencias tanto la SEDENA, Guardia Nacional y autoridades
locales de los estados del país, “no eran de la confianza del gobierno de los
Estados Unidos”.
Se aclaró que el ministro de Marina Rafael Ojeda Durán
y el canciller Marcelo Ebrard “serían los funcionarios con los cuales cruzarían
información para el combate, decomisos, detenciones y destrucción de todas las
drogas que se decomisen en los próximos días, siempre con la supervisión de la
DEA”, en un momento álgido en la relaciones bilaterales de ambas naciones,
cuando al presidente Andrés Manuel López Obrador se le ha calificado de figurar
como el jefe de su “narco-gobierno”.
Diputados y senadores de oposición, pronosticaron que
ante las constantes fallas y olas de criminalidad que ha ejercido este gobierno
oclocrático —aborto por el fenómeno de la kakistocracia—, todo parece indicar
que en cualquier momento, la DEA en coordinación con la Organización
Internacional de Policía Criminal —mejor conocida como INTERPOR—, publicitarán
una “ficha roja” en búsqueda del primer narco presidente de México, que
responde al nombre de Andrés Manuel López Obrador.
Reportero Free Lance *
Premio México de Periodismo Ricardo Flores Magón-2021
filtrodedatospoliticos@gmail.com
El karma, algunas veces tarda, pero llega!
ResponderEliminarNunca escupas hacia arriba, pues seguro te caerá en la cara!
ResponderEliminarEspero que se muera muerto el perro se acabó la rabia
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