JOSÉ ROJAS GARCIDUEÑAS 1912-1981; FUE RECORDADO POR LA COMUNIDAD CULTURAL
DE SALAMANCA, GUANAJUATO; Y POR LA DEL
SEMINARIO DE CULTURA MEXICANA, DEL DISTRITO FEDERAL, EN EL
PRIMER CENTENARIO DE SU NACIMIENTO.
José Rojas Garcidueñas, 1912-1981; ilustre salmantino, Académico de Número de la Academia Mexicana
de la Lengua y
Académico Correspondiente de la Real
Academia Española, Secretario Ad Interim, 1973; Secretario Perpetuo,
1981; y Miembro Titular del Seminario de Cultura Mexicana; fue
recordado por la Comunidad Cultural
de Salamanca, Guanajuato; y por la del Seminario de Cultura Mexicana, del
Distrito Federal; en el Primer Centenario de su Nacimiento; mediante un solemne
acto celebrado los pasados 15 y 16 de noviembre de 2012, dentro del Claustro
Menor del Ex Convento Fray Juan de Sahagún, sito en Revolución 204, Centro
Histórico, del Municipio de Salamanca, Guanajuato.
Las exposiciones de conferencias magistrales, se celebraron
el jueves 15 de noviembre de 2012 y el viernes 16 de noviembre de 2012, en el
Claustro Menor del Ex Convento de Fray Juan de Sahagún, Revolución 204, Centro
Histórico. Siendo a las 11:30 del primer día señalado, cuando se llevó a efecto
en la Sala de
Exposiciones “San Juan de Sahagún”, la inauguración de la exposición del legado
de José Rojas Garcidueñas; y en el Deambulatorio Superior, la Exposición artesanal y
pictórica de creadores guanajuatenses, S. D. E. S.
A las 12 horas, en la Sala del Refectorio, se dio apertura a
Disfrutando narraciones cotidianas: “El erudito y su Jardín”, habiéndose
colocado un registro de visitas en Casa de la Cultura y cerrándose el
evento con una interpretación musical.
Posteriormente, a las 13:30
horas, en la Sala
del refectorio, hubo una continuidad de Lecturas. A las 18:00 horas, en el
Panel, se abrió un Acercamiento a la persona de José Rojas Gartciadueñas, con
la moderación del Maestro Juan Diego Razo y la participación del Doctor Juan
Alcocer Flores, licenciado Gabriel Santoscoy Domenzain, licenciada Mariel Vera
Serna, Maestro José Luis Lara y licenciada Beatriz Rojas Herrera. El acto se
cerró a las 19:30 horas con un una interpretación musical.
VIERNES 16 CONFERENCIAS
A JOSÉ ROJAS GARCIDUEÑAS
A las 11:00 horas, del viernes 16 de noviembre de 2012, en la Sala del Refectorio, se
integraron unas charlas sobre la vida y obra de “José Rojas Garcidueñas”, con
la participación del Doctor Luis Rionda Arreguín, el Doctor Diego León Rábago y
el Maestro Eugenio Trueba Olivares. A las 13:00, en la misma Sala del
Refectorio, el Maestro Luis Palacios Hernández, intituló su charla: “José Rojas
Garcidueñas y la Génesis
de una Facultad”, con la participación de la Universidad de
Guanajuato, quien procuró una proyección del documental “60 años de la Facultad ”. A las 17:00
horas, se celebró un Homenaje Solemne, por parte de la Presidencia Municipal
de Salamanca. Efectuándose un Simposium, a las 18:00 horas, con el nombre de
“Trascendencia, obra y los recuerdos”, coordinado por el licenciado Roberto
Ruiz Rojas, y la participación de muy reconocidos humanistas mexicanos como el
Doctor Adolfo Castañón, la Doctora María
Rosa Palazón Mayoral; el Doctor Jaime Morera y González, Miembro Titular del
Seminario de Cultura Mexicana, y el Maestro Juan Diego Razo Oliva. Estuvo
presente también, la señora Celia Gómez de Sosa, Asesora del Área de Presidencia
del Seminario de Cultura Mexicana, quien colaboró en v arios y valiosos
proyectos culturales del Doctor José Rojas Garcidueñas, en la etapa en la que
el catedrático fungió como Miembro Titular.
Mariel Vera Serna, explicó que José Rojas Garcidueñas, nació
el 16 de noviembre de 1912, en el seno de una familia tradicional salmantina.
Y, que “desde niño su interés por las letras se hizo presente, cuando,
acompañado por su madre leía los libros de Julio Verne. Sus estudios de
primeras letras los realizó en Salamanca, trasladándose, años más tarde, a la
capital de la República
para continuar con sus estudios de secundaria en el Colegio Francés. A partir
de entonces, su vida tanto académica como personal, se desarrolló en la ciudad
de México.
Indicó Vera Serna, que el homenajeado estudió en la Escuela Nacional de
Jurisprudencia, de la cual obtuvo el título de abogado en 1938 con la tesis:
Vittoria y el problema de la conquista en derecho internacional. Sien embargo,
su primera publicación El Teatro de Nueva España en el Siglo XVI, la realizó en
1935; obra que refleja una de sus grandes pasiones y a partir del la cual se ganó el mote de “El
Bachiller”, por el interés y cuidado que puso al capítulo del Bachiller Arias
de Villalobos.
Fue alumno –prosiguió la especialista Vera Serna--, de
integrantes de la
Generación del Ateneo, convirtiéndose, gracias a ello, en el
eslabón que une a la generación revolucionaria con los contemporáneos. Entre
sus ocupaciones destacaron siempre la docencia en letras, arte e historia, pero
destacó también como consultor Jurídico en la dirección de Límites y Aguas
Internacionales de la
Secretaría de Relaciones Exteriores, además de participar
como representante o Asesor en reuniones en Washington, San Salvador, Río de
Janeiro, Buenos Aires y Caracas.
JUAN DIEGO RAZO OLIVA
UNIFICADO AL HOMENAJE
El Economista Juan
Diego Razo Oliva, comentó que a medio año de 1970, obtuvo su licenciatura en la Escuela (hoy Facultad) de
Economía de la UNAM ,
con una tesis sobre eficiencia económica comparada en el uso de los recursos
agrarios en el sector ejidal y en el de la pequeña propiedad, en el contexto
geográfico y social de varios municipios de la región del Bajío guanajuatense,
uno de ellos Salamanca. “Con ciertos datos estadísticos y de otra índole que
debí consultar para esa tesis, a la vez que le daba forma a ésta, con enfoque
más o menos sistemático agrupé los relativos en particular al Municipio de
Salamanca, con la idea de integrar una especie de compendio monográfico que me
permitiera redactar lo que vino a ser mi primer libro publicado que salió con
el título de Salamanca. Dimensión económica municipal. Lo editó en 1971 el Ayuntamiento
del gobierno local, presidido por Francisco Aguinaco Alemán”.
“Este presidente municipal, en tanto se comprometía a editar
mi texto, me hizo la recomendación de que buscara en la ciudad de México al
licenciado José Rojas Garcidueñas a fin de convencerlo que escribiera un
prólogo que ponderara el presunto valor documental que supusimos poseía mi
texto, y así lograra un más amplio y sólido alcance cuando saliera publicado.
“Fue la primera vez, en mi juvenil pero ignorante vida que
oí mencionar a José Rojas Garcidueñas, caracterizado como un destacado escritor
nativo de Salamanca, Guanajuato, emigrado a México, y cuyo nombre y prestigio
podía avalar el mérito intelectual o literario de cualquier escrito que en
letras impresas aspirara a difundir algún aspecto relativo a la vida en
Salamanca o en otros ámbito más amplio como el estado de Guanajuato.
“Se me dio por pista para localizarlo un número telefónico
que cuando llamé resultó ser de la
Oficina del Consultor para la Secretaría de
Relaciones Exteriores en Aguas y Límites Internacionales, y en la cual, como
sorpresa agradable, en cuanto me anuncié como “estudiante universitario paisano
del licenciado rojas Garcidueñas”, la secretaria que tomó la llamada
inmediatamente me comunicó con él. Me identifiqué y le expuse a grandes rasgos
la solicitud que queríamos plantearle, y aún más grata fue mi sorpresa al
decirme que con gusto me recibiría ahí mismo en su oficina, un par de días
después, para ver en específico cómo y con qué información sustentaba mi texto
monográfico el tema de Salamanca”.
Concluyó el Maestro Razo Oliva, que en aquel inicial encuentro, Rojas
Garcidueñas, decidió que le obsequiaría, para la edición de su texto, en vez de
un pequeño prólogo, varias páginas intituladas: “Preliminar histórico”, las que
no únicamente realzaron y avalaron el interés informativo con que salió aquella
ya vieja pero aún consultable monografía socioeconómica de Salamanca, “sino que
la engalanaron y complementaron con datos de suma importancia para conocer aspectos
esenciales del pasado salmantino. De hecho, puedo decirlo, pues así me lo dijo
el propio Rojas Garcidueñas, esas páginas que en dos o tres semanas me entregó,
eran apuntes básicos que venía haciendo con la finalidad de poco a poco darle
forma a lo que luego, ya como su libro póstumo, editó en 1982 la casa Porrúa
con el título de Salamanca. Recuerdos de mi tierra guanajuatense, y que él
infortunadamente ya no pudo tener en sus manos ni repasar su lectura tal cual
sí venimos haciendo, con enorme provecho, cientos de paisanos de esta provincia
abajeña, algunos con inescrupuloso fusil en manos”, aseveró con su buen humor
el conferenciante Razo Oliva.
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